Durante un concierto de Guns N' Roses en Argentina, 1992, alguién le tiró "algo" (no sabría decir que es) al grupo. Axl Rose paró el concierto y, con la ayuda de una traductora, le soltó un discursito a la audiencia:
Al parecer, como el público debe de ser gilipollas, alguien reicide, y Axl Rose debe parar el concierto de nuevo:
Sencillamente impagable. Por cierto, espero que el inglés de la traductora haya mejorado con los años, porque hasta el traductor automático de Google lo haría mejor.
miércoles, 5 de marzo de 2008
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