Aquí no hay quien viva

Los que sean asiduos a este blog quizá recuerden una entrada de Mayo del pasado año, en la cual me quejaba de que los turistas que ocupaban el piso que hay al lado del mío hicieron mucho ruido una noche, no me dejaron dormir, y les puse un cartel en la puerta al día siguiente que pareció surtir efecto. Para los que no lo recuerden o no lo vieran: Remember

Bien, esto no es nada en comparación con lo que ocurre ahora en mi escalera. Hace días que a veces veo algun que otro yonki tirado junto a mi puerta, pero digamos que no me sorprendía por el barrio en el que vivo.

La cuestión es que ayer cuando salí por la tarde me encontré con un cristal del portal roto, los buzones medio descolgados y unos cuantos con la puerta arrancada de cuajo (Son de madera, se veían las astillas).

Cuando llegó mi madre se lo comenté y me dijo que al parecer, el piso que hay debajo nuestro, que pertence a Caritas, está ocupado por una pareja de traficantes, y la noche de Lunes al Martes, algun yonki con el mono estuvo picando toda la noche (ahora ya se de quien era el timbre que sonó toda esa noche) y, como se ve que no había nadie, decidió entrar por la fuerza rompiendo el cristal, y desfogarse un poco con los buzones. Subió hasta el piso de los traficantes y se lió a dar patadas y puñetazos a la puerta hasta que, en un momento de lucidez, dedujo que no había nadie en el piso.

Algunos vecinos cuyo balcón da a la calle me han comentado como el señor camello (si, su novia debe ser la administradora contable, y es el novio quien hace los trapicheos) se dedica a pasar todo tipo de substancias psicotrópicas e ilegales a yonkis del barrio.

Veremos como evoluciona la cosa, pero me temo que este acto de vandalismo contra la escalera será una nimiedad en comparación con lo que puedan llegar a hacer, igual un dia bajo y me encuentro a un tipo acuchillado en el vestíbulo, no me sorprendería.

Habrá que llamar a Jack Bauer.

PD: http://sparksland.myminicity.com