viernes, 4 de junio de 2010

De gatos viejos y cerezos

Hay un chiste que siempre ha tenido mucho éxito en reuniones sociales, ya sea contándolo yo o otra persona. La prueba fehaciente es que la primera vez que lo escuché tenía 6 años y aun me lo sé de memoria porque se ha ido repitiendo de vez en cuando como un mantra. Dice así:

Dos amigos se encuentran y uno le dice al otro...

A: Tengo que pedirte un gran favor.
B: Por supuesto. Pide por esa boquita que para algo somos amigos desde hace 20 años.
A: Me voy de viaje con mi mujer y necesito que cuides de mi gato en mi auséncia.
B: No sé... A mi esposa no le gustan los animales y bastante lío tengo con los críos en casa.
A: No, si el gato se queda con mi madre. Sólo tendrias que pasar una vez al día por su casa para ver como se encuentran porque los dos son muy mayores y no me quedo tranquilo. Te dejaría el teléfono del hotel dónde voy a estar y si hay algun problema me llamas.
B: Ah, entonces sí. Ningún problema.

Dos días más tarde suena el teléfono en el hotel de A.

B: Tengo que darte una mala noticia. Tu gato ha muerto atropellado.
A: Y como me llamas para decirme eso, desgraciado! Estás loco?
B: Pero si me pediste que te avisara si pasaba algo...
A: Ya, hombre, ya. Pero no cuesta nada tener un poco más de tacto. Tú sabes como quería yo a ese animal? Qué disgusto, Dios mío, qué disgusto...
B: De verdad que lo siento. Pero como se supone que te lo tenía que decir?
A: Parece mentira que te tenga que explicar esto. Pues me llamas un día y me dices que mi gato se ha subido a un cerezo y no lo pueden bajar, por ejemplo. Luego me llamas al día siguiente y me cuentas que han ido los bomberos a bajarlo con la mala suerte que al caer se ha roto una pata. Y así me vas preparando para la mala noticia final, entiendes?
B: Vaya, no tenía ni idea. Lo tendré en cuenta en el futuro.
A: En fin. Hazme el favor de seguir visitando a mi madre que debe estar muy triste con la muerte del gato y no quiero que se quede sola.
B: Lo haré.

A la mañana siguiente, vuelve a sonar el teléfono en la habitación de hotel de A.

A: Qué pasa ahora?
B: Nada grave, tranquilo. Hoy tu madre se subió a un cerezo.


Pues últimamente he pensado mucho en este chiste. Y me parece que en la Zarzuela tambien.



Paso 1: El Rey está como un roble, pero le falla un poquito el oido

Paso 2: Que nos lo hemos mirado mejor y tal vez le operaremos, pero no es nada grave, ¿eh?

Paso 3: ...