jueves, 17 de noviembre de 2011

Fílias y Ferb

El gran punto de inflexión de los últimos 30 años no ha sido la caída del comunismo ni el descubrimiento del genoma humano. Todo eso son futesas al lado de la democratización del porno. Hoy en día, a un par de clicks, uno dispone de un catálogo estremecedor de pornografía que acojonaría al mismo Xavier Sala i Martín (a.k.a. marqués de ESADE). Lo que antes era un mundo sórdido de revistas por catálogo, cabinas de sex-shop y remotas esquinas de videoclub se ha convertido en una realidad aun mas sórdida donde cualquier persona con un mínimo de curiosidad y 30 minutos de tiempo libre puede tener acceso a las perversiones mas inimaginables desde la comodidad de su domicilio.


Y no menciono el snuff o la pederastia, que no dejan de ser ilegales y relativamente clandestinos. Las fronteras de la pornografía convencional se han ampliado de tal manera que la repercusión que tuvo el 2girls1cup es el ejemplo paradigmático. Hablo de coprofágia, de dogging, de sadomasoquismo auténtico, de bukkake de escupitajos, de gloryhole, de zoofília, de gangbang versión lluvia dorada, de sexo con amputados, obesos mórbidos, octogenarias, midgets, hombres con micropene, personas disfrazadas de peluche y hasta portuguesas, de un cuarto de litro de esperma mezclado con ensalada en un bol para ser deglutido con fruición... Todo. Cualquier cosa que se os pueda ocurrir la encontraréis esperandoos en internet, y a partir de aquí, unas cuantas derivadas que no se os habrían ocurrido jamás de propina.


Dicho esto, ahora me tiraré a la piscina y tal vez haya menos agua que en el camerino de Jesús Quintero, pero tengo la esperanza de no quedarme sólo. Esta inmersión que hemos hecho todos en el mundo de la parafília tendrá consecuencias. De hecho, ya las está teniendo. Personalmente, un video pornográfico con el esquema tradicional oral-penetración-oral-eyaculación ya ni lo miro. Busco algo mas. Y cuidado que la cosa escapa del mundo de la masturbación. La cantidad y variedad de las prácticas sexuales generalmente aceptadas ha crecido drásticamente. Si por lo que fuera eso no coincidiera con vuestra realidad, echad un vistazo a los miles de videos amateur que corren por la red y veréis que no voy tan desencaminado. Hablo sobretodo del mundo de la pareja, porque la novedad a menudo lo eclipsa todo en el universo de la cópula esporádica. No hace falta ser consumidor habitual de pornografía para notar los efectos. A lo largo de la vida, uno va poniendo en práctica todo aquello que ha aprendido de anteriores amantes, y la gente cada vez empieza a practicar mas enseñada. Te podrás negar a hacer lo que sea un par de veces, pero a la tercera que te lo propongan ya te preguntarás si no te estás perdiendo algo.


Si la normalidad no deja de ser un listón, cuando todos lo tengamos bien alto ya me gustará ver que pasa. Ahora puede ser hasta divertido pero cuando en el futuro se junten uno que sólo se corre cuando le meten un dedo por el culo mientras que se le mean en la cara, con la que para llegar al orgasmo necesita que la aten cabeza abajo a dos metros del suelo mientras la vecina jubilada le lame los pies, tendremos un problema.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Nada mas claro ni acertado que esto que acabamos de leer. Me gustaria tener una platica extensa con el autor, debe de ser toda una autoridad en la materia ademas de que posee ese manejo de la palabra que nos permite visualizar las cosas que narra aun sin conocerlas.
Un gran abrazo!!!