viernes, 5 de marzo de 2010

Gordos

En mi condición de persona con sobrepeso o obesa, me veo en la obligación moral de explicaros un par de cosas sobre los gordos, esos grandes desconocidos. Hay cantidades ingentes de tópicos alrededor de la gente gorda, con actitudes que van desde la condescendencia a la crueldad pasando por la lástima. En general, el concepto que tiene la gente de los gordos es que o bien son enfermos compulsivos o bien alegres y despreocupados glotones. Ahora que vivimos en sociedades medicalizadas donde la vida sedentaria y la obesidad son una epidemia se ha ido imponiendo la primera, la de la compulsión enfermiza en unos hábitos nefastos para la salud. Pero durante muchos años ha predominado la otra versión, dando lugar a expresiones como "la curva de la felicidad" o "estar de buen año". Nada mas lejos de la realidad. Siendo irrefutable que un obeso come sin control, eso no significa que disfrute mas de la comida.

Estar gordo no te hace feliz. Es una limitación en muchos sentidos. A veces, una putada. Diga lo que diga, toda persona gorda está acomplejada. Puedes hacer ver que no y conseguir que todos te crean y te acepten tal como eres. Hasta puedes conseguir engatusar mujeres esbeltas y evidentemente mas atractivas que tu para copular. Pero a quien no puedes engañar es a ti mismo cuando te miras al espejo y no te gusta lo que ves. ¿Por qué no cambiar, entonces? Porque en contra de la creencia popular, un gordo casi nunca lo es por voluntad propia. ¿Entonces qué? Entonces busquemos las causas.

1) Por constitución: Son todas esas personas que por genética tienen huesos gruesos, caderas anchas, muslos descomunales o cara de pan. Se pasarán media vida haciendo dieta y apuntados al gimnasio. Un día, hartos de que el enorme esfuerzo que hacen no se vea recompensado con la imagen que les devuelve el espejo, se abandonaran a su suerte en nombre de una vida menos sacrificada. De vez en cuando recaeran por un absurdo sentimiento de culpa que les hará buscar el mal menor, hasta que la madurez o los años les preparen para aceptar definitivamente su destino.

2) Por tradición: Gordos que nacen en familias de gordos. Desde pequeños adquieren unos malos hábitos alimentarios y una idea del ocio que implica no dar palo al agua. Lo que en casa es ser normal, en la calle cambia. De la total comprensión a la burla. Cuando tengan una edad suficiente para que eso les preocupe de veras, deberán luchar una doble batalla contra ellos mismos y contra las tentaciones cotidianas. Una batalla que implicará llevar una vida paralela al resto de la familia. Cuando tengan casa propia la lucha consistirá en renunciar a ser ellos mismos, olvidar el modelo en el que se han criado y reinventar completamente sus hábitos en virtud a un cánon estético que en casa se han esforzado por menospreciar. Pero lo mas normal es que nada de eso suceda y que, con altos y bajos, sean gordos toda su vida.

3) Por depresión: Un hecho traumático o una mala época desembocan en un autoabandono. Algunas personas beben, otras se drogan, otras comen y las hay que hacen las tres cosas a la vez. La busqueda del placer inmediato para compensar la ansiedad y el dolor. Con el tiempo desaparece el placer pero persiste la compulsión. Se engorda y empieza a disminuir la autoestima. Aparece la verguenza, el remordimiento y la culpa. No quiere que le vea nadie y se aisla. Cada vez sale menos de casa y hace menos actividad física. La bola se hace tan grande como el. Perder peso es el menor de sus problemas, pero al mismo tiempo lo que lo hace mas visible es su deterioro. Sabe que no siempre ha sido así, pero si un día consigue dejar de serlo le habrá costado el doble.

Mi teoría es que un gran complejo te hace automáticamente mejor persona. Especialmente si eres o has sido gordo. Son demasiadas burlas y comentarios a los que poner buena cara como para no cambiarte el carácter. Demasiado rechazo en base a la apariencia como para no aprender a ver el interior de las personas. Demasiadas limitaciones experimentadas como para no valorar las cosas.

1 comentario:

LàSü dijo...

Me gusta tu blog, y punto.